Turismo Sostenible
En España, el turismo ha cambiado mucho a lo largo de los últimos 50 años. El creciente poder adquisitivo de las familias unido a las mejoras de las condiciones laborales que fueron permitiendo establecer más días de vacaciones y descanso para el trabajador, propiciaron que el turismo interno en España fuera en aumento. A la vez que esto ocurría, se iban adecuando cada vez mejor los espacios y las instalaciones de la oferta turística de nuestro país que fue atrayendo cada año a más turistas extranjeros de países que normalmente no iban a elegir España como destino turístico. Muchos viajeros y turistas vienen buscando dentro de nuestras fronteras sol, buena gastronomía, patrimonio histórico-cultural, etc.
Lo cierto es que el boom inmobiliario de la última década y la edificación desmesurada de grandes hoteles prácticamente a pie de playa y todo un complejo de tiendas, “chiringuitos” y servicios alrededor de ellos, fueron cambiando ciertos aspectos típicos de muchas ciudades y haciéndolas a todas parecidas, como si fueran una franquicia de MacDonald´s que se instalaba en torno al mar imponiendo “sus leyes”.
La consciencia social en cuanto a la protección del medioambiente y el respeto de la zonas naturales sumado al hastío de “todas las vacaciones lo mismo”, hicieron que se despertara una nueva forma de turismo que buscaba lo genuino de cada lugar y se preocupaba porque su visita no alterara el entorno natural al que se pretendía conocer.
Entonces comenzaron a aparecer términos como “Ecoturismo” o “Agroturismo” y las ciudades y pueblos españoles vieron que estos conceptos les favorecían y los turistas descubrieron que España es mucho más que la costa y la capital.
No crean que la definición exacta de Ecoturismo y Agroturismo está muy clara, pero sí su esencia: se trata de una opción de turismo que busca conservar el patrimonio cultural y natural en medio de un desarrollo económico sostenible.
Tal vez podríamos diferenciar que Ecoturismo responde más a un turismo responsable, que protege el medioambiente y todo el entorno al que visita, y el Agroturismo engloba a turistas que además de esto, buscan involucrarse con las costumbres y las formas de vida de los pueblos a los que acude. Digamos que si antes se prefería estar tumbado sobre la arena y pasear por los mercados, ahora se trata de “no parar en todas las vacaciones” pero haciendo y conociendo nuevas formas de diversión que convierten al turista por ejemplo, por unos días, en agricultor, ganadero, jardinero o incluso “veterinario” ayudando a nacer si se tercia, a algún ternero.
Lo cierto es que el bullicio constante de las ciudades y el estrés de la vida diaria nos ha llevado a valorar las cosas más elementales a las que ya no estamos acostumbrados a ver. Ésas a las que en otro tiempo considerábamos de “gente de pueblo”, actividades que suponían un atraso industrial y que nos hacían perder el tiempo. Seguramente ahora muchos de nosotros, anhelamos poder tener “tiempo” para poder “perder” media hora en el campo ordeñando una vaca.
Respirar aire puro, poder mirar al cielo de noche y ser capaces de observar cómo las estrellas brillan porque el cielo no tiene polución, caminar por un sendero o montar a caballo bordeando un riachuelo de agua natural de las montañas, oír el ruido de los pájaros en lugar del motor de los coches, dormir en un entorno rural en medio del silencio sin necesitar ventanas de doble cámara que nos aíslen el bullicio de la ciudad, y además de esto, poder coger mis propios huevos frescos para hacerme un delicioso almuerzo con la familia o recoger yo mismo los tomates para la ensalada… Todo esto te lo ofrece el Agroturismo y RuralSuite, para que experimentes el turismo sostenible como no lo habías encontrado hasta ahora.
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