La Trashumancia en las Bardenas
La trashumancia es una práctica centenaria que consiste en trasladar al ganado de unas zonas a otras para aprovechar los pastos según la estación del año. De esta manera, desde las zonas altas propias de los pastos de verano, se desplazan hacia las zonas bajas para pasar los meses de invierno. Para esto se fueron creando y estableciendo rutas específicas por donde conducir al ganado, que siguen vigentes hasta hoy en día.
Desde antes de la Edad Media, millones de ovejas cruzaban la península desde los pirineos hacia el sur, dos veces al año por unas extensas vías trashumantes que llegaron a crear todo un tipo de vida, supusieron un fenómeno social, económico y cultural en la sociedad de la época.
La actividad trashumante que generación, tras generación debió adaptarse a los continuos cambios climáticos, fue además, trasformando el paisaje; y la inevitable interacción hombre-ganado-naturaleza, fue enriqueciendo cada lugar por donde pasaba.
Los avances tecnológicos que propulsaron la aparición del transporte en ferrocarril en donde se podía transportar el ganado, hicieron que a mediados del siglo XX, fuera desapareciendo esta práctica y cada vez menos pastores recorrieran a pie las vías trashumantes junto a su ganado.
Que la trashumancia sea una práctica ganadera tradicional, no significa que sea inservible, antigua o atrasada, sino todo lo contrario. Muchos historiadores y científicos han estudiado este fenómeno durante años y se han presentados estudios que aseguran y demuestran las ventajas que produce la realización de esta actividad no sólo en la calidad de la carne del animal (aspecto íntimamente relacionado con la calidad de vida de ese animal) sino también en la repercusión tan positiva que tiene la trashumancia en la naturaleza en la que produce una gran biodiversidad.
El ganado trashumante presenta un aspecto mucho más saludable, el animal no sufre de estrés, hace ejercicio al aire libre, se alimenta de pastos diversos y casi nunca de piensos, y esto inevitablemente, mejora la calidad de su carne.
No debemos olvidar tampoco que la trashumancia es una actividad 100% ecológica y sostenible con la que ganamos tod@s.
Las Bardenas Reales de Navarra desde la Edad Media, han recibido miles de cabezas de ganado venidas desde los valles del Roncal y Salazar en busca de pasto para pasar las estaciones del año más frías. Existen distintas rutas trashumantes de entradas a las Bardenas como los pasos desde Arguedas, Caparroso, Cortes, Fustiñana, Buñel y Carcastillo.
En la actualidad el ciclo trashumante se sigue completando en Navarra y por las tierras de la Ribera se le tiene una especial consideración entendiendo la importancia de este acto en la vida de la zona. Cada año, el 18 de septiembre, se celebra la Fiesta de la Trashumancia en el término municipal de El Paso en las Bardenas Reales. Se trata de una jornada festiva en torno a la entrada de las primeras cabezas de ganado que llegan del norte a las Bardenas por El Paso y tienen lugar actos folclóricos, chistorradas populares, etc. durante todo el día. Muchos son los aficionados y curiosos que se acercan hasta las Bardenas a disfrutar de este acto y que contribuyen a mantener viva esta tradición. Durante las semanas siguientes va entrando más ganado hasta estos pastos a través de los diferentes pasos hasta llegar a ser más de 120.000 las ovejas que pasarán aquí el otoño-invierno.
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