La Bardena Prehistórica
Las Bardenas Reales son un desierto totalmente deshabitado pero ¿fue siempre así?
¿qué sabemos de la vida en este lugar de hace millones de años?
No es difícil pensar que incluso antes de la existencia del hombre, en la era de los dinosaurios, por aquí anduvieran también, estas sorprendentes criaturas que podían llegar a vivir más de 100 años.
Lo más probable es que no tengamos constancia de esto por no haberse hallado huellas fosilizadas de dinosaurios por las Bardenas pero está claro que este hecho es casi imposible debido a la constante erosión del terreno.
Aún así, arqueólogos y paleontólogos se han interesado desde hace décadas en descubrir el pasado prehistórico de las Bardenas Reales y se ha estudiado el terreno en varias ocasiones. Estos estudios han dado como resultado el hallazgo de varios yacimientos arqueológicos de la Edad de Bronce (2.000 a.c.) como el yacimiento Puy Aguilar en la Bardena Blanca más próxima a Aragón, y los Monte Aguilar y Monte Aguilar II en la Bardena Negra también en la zona próxima a la ciudad de Zaragoza de los que se rescataron restos de cerámica campaniforme. Después de estos, otros estudios contaron un total de 18 lugares por todo el territorio de Bardenas, que cuentan con yacimientos; de éstos, 16 muestran la vida cotidiana en la zona habiendo hallado restos de hogares, muros, molinos de manos, etc. También se encontró un yacimiento sepulcral: El Dolmen de Tres Montes, y en la zona de El Fraile hay uno más cuya funcionalidad no está muy clara.
Gracias a estos descubrimientos se pudo demostrar que las Bardenas Reales no siempre estuvieron deshabitadas como en su historia más reciente, sino que el hombre prehistórico encontró refugio en este lugar.
Pero a pesar de que probablemente hasta los más estudiosos hubieran descartado encontrar en las Bardenas ningún resto más antiguo a los hallados hasta ahora, en el año 2004, esta idea dio un vuelco completo sorprendiéndonos a todos. Un vecino de la localidad de Fontellas que reparaba unos daños en las Bardenas usando una retroexcavadora, removiendo el terreno, se topó con el hallazgo más importante hasta el momento. Se trató de un conjunto que contenía cáscaras de 5 huevos de una especie desconocida hasta el momento (parecida a un flamenco) que cuenta nada más y nada menos que con la friolera de 18 millones de años de antigüedad. Este descubrimiento ha sido catalogado como el nido fósil más antiguo del mundo y ha despertado la curiosidad de científicos de todo el planeta que se han interesado en estudiarlo en profundidad.
18 millones de años corresponden con el comienzo del periodo mioceno, la cuarta época del periodo terciario, en el cual se formaron las grandes cordilleras como los Pirineos o los Alpes. En esta época existían mamíferos de grandísimas dimensiones que pasaron a sustituir a los dinosaurios de la era Mesozoica en la que se extinguieron.
Seguramente aún queda mucho más por descubrir en las Bardenas y el día menos pensado, esa misma constante erosión que desprende la arenisca del terreno, levanta por si sola restos de un pasado de miles de millones de años acrecentando aún más la riqueza que encierran las Bardenas Reales de Navarra.
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