Escapada rural de invierno en la Ribera de Navarra

Hace algunas semanas, con el comienzo del otoño, os hablamos en esta entrada de los lugares más conocidos de la Ribera de Navarra, los cuales cambian completamente en otoño e invierno y se convierten casi en un lugar completamente nuevo que visitar en estas estaciones.

En esa anterior entrada os hablamos de El Bocal y su precioso paseo arbolado en otoño; el Parque del Romero de Cascante o algunos monumentos en Tudela, los cuales por su altura nos ofrecen unas vistas privilegiadas en los días en los que la nieve cubre los tejados de estas ciudades.

Hoy queremos hablaros de un lugar que es sello de identidad de la Ribera de Navarra y del que os hemos hablado multitud de veces en este blog: las Bardenas Reales. Como muchos de vosotros ya sabéis, las Bardenas Reales es un auténtico desierto en medio de la Ribera de Navarra.

Aunque nos encontremos en pleno invierno, ver nieve en esta comarca es raro, y más inusual aún es verla cubriendo las Bardenas Reales. Si ya este Parque Natural es un lugar verdaderamente increíble por méritos propios, verlo nevado es todo un lujo y un momento único, como puede ser ver cubierto de nieve cualquier desierto.

Como muestra podéis ver la maravillosa fotografía sobre estas líneas, en la que podemos ver el sello de identidad de las Bardenas Reales, el cabezo de Castildetierra, cubierto por la nieve en una de las pocas nevadas que se dan en el Parque. La fotografía está tomada por el fotógrafo Josu Astrain.

Como podéis comprobar, esos paisajes que tanto nos gustó visitar en nuestras vacaciones de verano en la Ribera de Navarra cobran una nueva identidad durante el invierno o el otoño, estaciones en las que la nieve o las hojas de los árboles en otoño transforman por completo estos lugares, dándonos el destino perfecto para una escapada rural en invierno.

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