¡Cuánto arte hay en las Bardenas!
Cualquier persona que visite las Bardenas Reales no puede más que quedarse maravillado al contemplar un paisaje tan singular como este. Tantas hectáreas de terreno seco, cuarteado, con todas esas formaciones irregulares y ese color blanquecino bañándolo todo… y todo parece ser otra cosa, hace que nuestra imaginación vuele. Porque pisamos sobre suelo blanco pero no es nieve, vemos muchos montículos en el camino pero no son cráteres lunares ni dunas, nos encontramos con esas grandes elevaciones que tampoco son montañas, estamos en el sur de Navarra y cualquiera diría que es algún rincón de esos inhóspitos de Estados Unidos en los que se disputaban las peleas entre indios y vaqueros. Y es que las Bardenas pueden evocarnos o recordarnos a muchas cosas diferentes pero lo cierto es que ellas son únicas, no han pretendido imitar o ser lo que no son; son impactantes, ricas como pocos espacios naturales en biodiversidad y suponen un atractivo turístico cada día más en alza.
Lo cierto es que este Parque Natural ha formado parte de la vida de la Ribera Navarra desde siempre y los lugareños han podido disfrutarla como pocos. Inevitablemente la Bardena se muestra hacia todos nosotros como un gran escenario inspirador. El recurso plástico más recurrido y que hoy en día todos tenemos más a mano, es la fotografía. Parece impensable que ningún visitante a las Bardenas se vaya a su casa sin una instantánea del paisaje. Desde aficionados, a grandes fotógrafos de todas las ramas (publicitarios, paisajísticos, etc) se han interesado por captar los mejores instantes de este desierto navarro. Existen fotografías verdaderamente sorprendentes, preciosas (como por ejemplo las del fotógrafo pamplonés Martin Zalba Ibañez). Este paraje da mucho juego a la hora de buscar una buena imagen.
Sabido es por todos que el cine y la publicidad también ha mirado hacia las Bardenas como fondo ideal en el que desarrollar las tramas de sus guiones.
Pero a quien desde siempre ha inspirado esta tierra es a los pintores. Miles de acuarelas, óleos, sanguinas, etc. se han inspirado en las Bardenas. Se han producido miles de trabajos artísticos que han llevado el paisaje de las Bardenas hasta exposiciones de un lado a otro del planeta. Trabajos minuciosos en los que el autor debe invertir mucho esmero y tiempo en lograr ese efecto de profundidad sin perder lo detalles que hacen única a las Bardenas.
Así mismo, otras disciplinas artísticas han tomado como referencia este lugar para dar rienda suelta a su arte; varios escultores también han realizado obras con temática bardenera y aquí, han encontrado también poetas y escritores, la inspiración para sus obras.
Si tuviéramos que nombrar a un artista de entre tantos que han reproducido las Bardenas, seguramente pensaríamos en el ya desaparecido Antonio Loperena que nacido en la localidad de Arguedas, “puerta de las Bardenas”. Él fue un privilegiado conocedor de estos lugares y desarrolló su arte de apoco mientras ejercía de ganadero por estas tierras. En Tudela a sus 33 años, abrió un taller de escultura y pintura y sus trabajos en la Ribera se cuentan a cientos y su buen hacer le valió el recibir varios premios y el que sus obras fueras expuestas en varios continentes. Su pasión eran los toros y sus amadas Bardenas en donde existe una única escultura hecha por él y dedicada al Pastor. Además de su extensa colección de obras, Antonio nos dejó a otro artista inimitable en su hijo Ismael Loperena. En Ismael reconocemos las enseñanzas de su padre pero también una personalidad nueva, fresca y muy suya llena de color y vida, Sus obras son también admiradas y han formado parte de exposiciones en distintas ciudades de la geografía española y en países del extranjero como Estados Unidos, Alemania o París entre otros muchos.
Ismael Loperena cuenta con una exposición permanente en las instalaciones del Hotel Rural Suite de Cascante que posee obras suyas en cada Suite-Apartamento y otras obras estratégicamente colocadas por todo el extenso complejo rural.
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