Conocer Valtierra, próximo a Bardenas
Pasar unos días alojados en nuestro hotel en Bardenas es mucho más que sólo conocer las Bardenas Reales de Navarra, supone sobre todo, vivir las Bardenas, disfrutar de deportes de aventura y conocer la forma de vida, la cultura, las tradiciones y la historia de todas las poblaciones que rodean a este fantástico desierto navarro. Y después de haber disfrutado cada día al máximo por la zona, es gratificante volver a descansar a un hotel en el que te sientes como en tu propia casa y en el que cuentas con todos los servicios que tú y tu familia necesitan y en medio de un entorno natural privilegiado entre las Bardenas y el Moncayo.
Hoy queremos acercaros a que conozcáis algo más de la localidad de Valtierra.
Seguido de la localidad de Arguedas y delimitando hacia el norte, el borde occidental de las Bardenas, se levanta Valtierra, un pueblo hospitalario y alegre que celebra sus fiestas patronales en honor a San Irineo, del 17 al 24 de agosto.
Valtierra como los demás pueblos que conforman la Ribera de Navarra, parece pasar desapercibido entre la competencia que le hace la fama de las Bardenas y la ciudad de Tudela, pero es una localidad que posee encantadores rincones y que conserva arquitectura medieval y muestras artísticas de importancia cultural e histórica.
Tradicionalmente su principal actividad económica ha girado en torno a la agricultura dedicando aproximadamente 3.600 hectáreas de terreno al cultivo tanto de regadío como de secano, y produciendo toda la clase de verduras y hortalizas típicas de la Ribera del Ebro. También se ejerce la ganadería y se ha desarrollado un polígono industrial con fábricas dedicadas en su mayoría al envasado de vegetales, conservas, congelados…
Aunque en menor medida, Valtierra también explota sus recursos naturales de cara al turismo y se ve beneficiada por la popularidad creciente de las Bardenas Reales, cada día más visitadas, y la construcción hace diez años del parque de ocio familiar Sendaviva.
Si miramos hacia atrás en su historia, veremos que en la época árabe, Valtierra era un señorío y una importante avanzadilla defensiva de Tudela. Luego pasaría a ser fortaleza del Reino de Pamplona y una plaza fuerte entre las guerras de Navarra con Castilla y Aragón. Por su importancia se le otorgó el título de buena villa con asiento y voto en Cortes y con derecho al disfrute de las Bardenas Reales.
El mayor símbolo de toda esa época medieval, es la Torraza -atalaya defensiva- que, aunque con evidentes signos del paso de los siglos sobre ella, se conserva hasta nuestros días en lo alto del pueblo.
Además de este monumento podemos ver en Valtierra, junto a la carretera que atraviesa la localidad, la hermosa fachada barroca del Palacio de los Condes de Gómara de importante carácter señorial realzado por sus dos torres gemelas. Entre los monumentos religiosos, destaca sin duda la Iglesia Parroquial de Santa María o de San Irineo obispo de Valtierra del siglo XVI, que se alza en el centro de la localidad, y que cuenta con un majestuoso retablo mayor de estilo renacentista. Este retablo, además de poseer una gran belleza estilística, su contenido es muy profundo ya que ilustra escenas del Génesis, la Pasión de Cristo, la vida del obispo San Irineo, la vida de Santa María, etc., culminado con la figura del Padre y el Espíritu Santo en la cumbre.
Los habitantes de Valtierra conservan una gran devoción religiosa que demuestran en la celebración en el año de diferentes festividades en honor a la Virgen y los Santos. Por ejemplo, cada año, el 1 de mayo, todos los habitantes de Valtierra salen en romería hasta la Ermita de la Virgen del Yugo a los pies de las Bardenas, para continuar con una antigua tradición que demuestra la fe que profesa este pueblo por la figura mariana que, tal como cuenta la leyenda, hizo su aparición en el lugar donde se levantó esta ermita, a un pastor de la zona al cual le obró el milagro de sanar de su cojera.
Una curiosidad que tiene esta localidad es que hasta mediado del siglo pasado, muchos de sus habitantes vivían en cuevas excavadas en la propia roca de las montañas o eran usadas como establos o graneros. Estas “casas” tenían varias dependencias y algunas llegaron a contar incluso con electricidad. Actualmente, la mayoría de ellas son propiedad del ayuntamiento el cual ha desarrollado un plan de rehabilitación de las mismas para darles un nuevo uso que las potencie como otro atractivo al que visitar.
No Comments